La ciencia de materiales es un tema complicado, pero existen requisitos que pueden ayudar a los diseñadores a acotar sus opciones para seleccionar la tubería adecuada para su proyecto.
Para ayudar en este proceso, la edición 2019 de NFPA 13, Instalación de Sistemas de Rociadores, incluye una nueva disposición para la utilización de tubería no metálica en ciertos garajes.
La selección del material para el uso en aplicaciones de tuberías por encima del nivel del terreno, está regida por requisitos relativamente directos. La Tabla 7.3.1.1 de NFPA 13 lista las normas que las tuberías deben cumplir o superar al ser utilizadas como parte de un sistema de rociadores. Esto tiene sentido ya que uno desea únicamente utilizar la tubería que fue diseñada para resistir en un evento de incendio o dentro de un rango de condiciones medioambientales. La tabla divide los estándares en grupos para ferrosa (acero), cobre, latón, acero inoxidable, y CPVC (plástico); cada uno con sus ventajas y desventajas, así como con requisitos específicos sobre cuándo pueden ser utilizados.
Las tuberías de acero son el tipo más comúnmente utilizado en los sistemas de rociadores. Los beneficios del acero incluyen su rentabilidad, durabilidad, resistencia al fuego, y rigidez, lo que permite un espaciamiento extra entre soportes de conformidad con la Tabla 17.4.2.1(a). Por otro lado, el acero podría no ser la primera opción para los diseñadores para algunos proyectos; puede ser más pesado que otros materiales, lo que significa que podría requerir de una mano de obra adicional para su instalación, y es susceptible a las picaduras y corrosión.
El cobre y las aleaciones de cobre tales como el latón son más resistentes a la corrosión que el acero, lo que ayuda a que se mantengan más regulares a nivel interno. Esto puede implicar una menor fricción en la tubería, reduciendo la presión requerida de su sistema. Pero estos metales se encuentran entre los materiales para tuberías más costosos.
La tubería no metálica como la de plástico CPVC es la tubería con el material más asequible. Es también flexible, presenta la más alta resistencia a la corrosión, y es más regular que la mayoría de los metales. No obstante, el CPVC no es tan duradero o resistente al fuego como otros materiales, y es por ello que se permite únicamente su utilización en ciertos entornos, tales como las áreas de ocupaciones de riesgo leve o las salas de riesgo ordinario que no exceden los 400 pies cuadrados dentro de una ocupación de riesgo leve.
Otros factores a considerar al seleccionar un material a utilizar son las condiciones medioambientales del espacio en donde se instalará la tubería. Por ejemplo, algunas ocupaciones industriales podrían requerir de la instalación de un material de tubería resistente a la corrosión, mientras que una sala de máquinas para estudios de resonancia magnética por imágenes en un hospital requeriría de un material no ferroso. El deseo de lograr una cierta apariencia estética podría influir también en la selección del material.
Además de los requisitos previamente existentes en NFPA 13, existe una nueva sección (16.3.9.6.2) en la edición 2019 que les brinda a los usuarios una mayor flexibilidad al permitirles utilizar tubería no metálica en ciertos garajes de estacionamiento privados dentro de unidades de vivienda. Como fue antes mencionado, se permite la utilización de tubería no metálica en áreas de riesgo leve y en salas de riesgo ordinario que no excedan los 400 pies cuadrados. Algunas autoridades interpretaron este punto como un permiso para utilizar tubería metálica únicamente en garajes residenciales con una superficie mayor a 400 pies cuadrados, incluso aunque el resto del sistema utilizara CPVC. Esta nueva disposición ahora permite instalar tubería no metálica en un garaje privado dentro de una vivienda siempre y cuando el espacio de garaje en sí mismo no exceda los 1,000 pies cuadrados de superficie y que esté protegido por un revestimiento de cielorraso o muro adecuado.
Es importante mencionar que los garajes de estacionamiento de automóviles más extensos deben ser considerados como ocupaciones de riesgo ordinario Grupo 1. El permiso específico para utilizar CPVC tiene como fin aplicarse a los garajes de estacionamiento residenciales más pequeños aquí descritos, pero no a garajes comerciales de mayor dimensión. NFPA 13R, Norma para la Instalación de Sistemas de Rociadores en Ocupaciones Residenciales de Hasta Cuatro Pisos de Altura. Inclusive, permite que un garaje que sirve una única vivienda sea considerado como parte de esa unidad de vivienda, mientras que el Código Internacional de Edificación limita al garaje privado a 1,000 pies cuadrados. Esta revisión alinea a NFPA 13 con NFPA 13R y con el Código Internacional de Edificación, considerando a tales garajes como parte de una unidad de vivienda y no como una ocupación independiente sujeta a normas más estrictas.
Brian O’Connor es ingeniero en protección contra incendios en NFPA. Los miembros de NFPA y las autoridades competentes pueden utilizar la pestaña de Preguntas Técnicas para publicar sus inquietudes sobre NFPA 13 en nfpa.org/13
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